Tus palabras llegaron directamente
hacia mi zona mas profunda,
que gracias a ti conocí.
Pero esta vez, no eran palabras de amor
de dulces utopías, de hermosos sueños
de cuentos de hadas de sumas que daban dos.
Sino por el contrario, pintaban este mundo inventado,
de un negro que cubre todo lo que para mi valía algo.
Mis ojos humedecidos soñaban con arrancar de
la retina tu imagen que permanecía impregnada.
La cual me atormentaba con cerrar los ojos
e imaginar una nueva vida sin tu presencia indeseada.
Pero envuelto en dolor, ahogándome en feroces ríos de angustia
comprendí lo imposible que se volvía el olvido.
Y que no había mas remedio,
que aludir al doloroso analgésico que brinda el tiempo.
Aunque día a día me sienta mas muerto que vivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario