Camas vacias

Este blog soy yo...
Es dificil hablar de uno, más cuando se supone que todo lo que diga acá, va a ser la tarjeta de presentación de la gente que desconozca de mi y se vea invadida por curiosidad.
Sería facil hacer una apología de mí, decir todas las virtudes que quizas me han marcado las otras personas, pero eso sería una vición parcial de mí, y por ende, media mentira.
Asique voy a tratar de resumir lo mas objetivo posible, con virtudes y defectos quien soy.
Imposible comenzar una descripción de mi mejor, que diciendo que soy humano, es decir una persona que es más de lo que se ve, quizas menos de lo que se piensa y jamás lo que se sueña.
Cometo errores, trato de mejorar, siempre trato de ser una mejor persona.
Quizas quiera mostrar un iñaki que no es el verdadero, pero es el que quiero mostrar y punto, y sólo los que se atreven a buscar mas allá de la mascara descubrirán quien soy, alguien que ni yo prodria definir precisamente.

Soy alguien que cree en la viejo y abandonado arte del romantisismo, en la clasica y olvidada cursileria.
Soy alguien que no tiene miedo a imaginar un mundo mejor, no teme a hacer lo posible para crear esa utopía cuando sea necesario.
Soy alguien que aún conserva las esperanzas de un futuro mejor.
Que aún cree en las personas, todavia creo que atras de la maldad se encuentra una buena persona en el fondo de cada corazon.
Esto pareciera decir que soy un optimista y no, trato de ser realista, y no caer en lo que me muestan los medios.
El mundo no puede estar tan podrido, las personas con regaderas en el mar, algun dia podran endulzar aunque sea un poco los océanos.
Por eso pienso luchar, por que todo sea un lugar mejor, cometiendo mis errores, porque si bien quiero el bien, no soy un superheroe soy un humano más, pero con las ideas, qizas un poco mas claras.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Imposible

Mi corazon aumenta su ritmo,
mis mejillas, sin saberlo se enrrojecen
mi frente suda,
dentro mio se libra una batalla,
el pudor, la desesperanza y el deseo,
se enfrentan freneticamente.
probocando en mi una mirada
tan ambigua.
No puedo evitarlo,
es mi inconciente que arrebata
directamente en mi rostro,
como grandes olas golpeando
en las orillas.
Ese segundo tan atemporal
como efimero,
esa pesades probocada por la verguenza
que infantable se presenta.
Ese deseo tan oculto,
esas ganas desesperadas,
incontrolables,
tan animales como humanas.
Un martilleo interno golpea mi pecho.
Y allí estas, sin saber que mi cuerpo
enloquece, extasiado, con solo sentir
el cruce de tu mirada con la mia.

Antiguas Fábricas de mentiras

Vos que con tu dedo acusador
señalas y encierras,
a personas tan enfermas.
Como los que por aquel entonces encubrian,
para que los verdes hagacen
tributo a sus antojos, y decidan,
que es la muerte, que es la vida,
y quien tiene derecho a vivirla.
Vos que financiaste,
con tu aprobacion a ese gobierno,
la muerte de tantos miles
que diambulan sin lograr un sueño eterno.
A vos, que hoy te escondes,
detras del oscuro velo,
del que critica, del que elige,
que hacer con esos viejos.
A vos, fabrica de mentiras,
que por tu cobardia dejaste
que esos mal nacidos matacen
con el poder que vos les otorgaste.
Y hoy no te haces cargo,
borrando tu conciencia,
de la verdadera culpa
que tus actos ahora encierran.
Malditas las plumas y los papeles,
que no supieron enfrentarce,
para salvar a tanta gente.

Adios de un marinero

Esta noche he de confesar
a vos, mar y amigo
de noches perdidas en el olvido.
Con lo que mis pulmones me permiten,
con euforia y llanto,
hacia la rosa que marca
los destinos de marinos,
a la deriba navegando.
Que tan cansado me he encontrado
que en tu fondo prentendo dejar
el aliento que algun momento
fue de este patetico ser vivo.
y hoy por tropiezos en mi camino
he estado obligado, a cederlos
al que le sirba de consuelo.
Sin mas legado que mi ecencia
por fin he de hacerme eterno
y dejar de transitar,
para vivir en cada hueco
de este planeta que tanto amo y detesto.

lunes, 14 de septiembre de 2009


``Estos ojos que no miden ni comparan, ni se olvidan de tu cara, ni se acuerdan de tu cruz. Este contigo, este sin ti tan amargo.´´
J. Sabina

Mi cielo

Mi mente vuela,
al ver un inmenso celeste
que envuelve mis ojos.
A lo lejos,
permite colarse ciertas manchas blancas
que no escapan de mi atención.
Como un predecible crucigrama
deja percibir unas iniciales
finamente contorneadas con una aureola.
Estas, si bien son facilmente percibidas por mi
no me permiten descifrar a quien hacen referencia.
Como un imposible enigma,
me persigue dentro mio.
Despierta mi curiosidad a toda hora,
y roba mi sueño con una facilidad inmediata.
Dejandome divagando, hasta que espiandome por la ventana
aparece el predecible alba.
Y es hoy en día que sigo buscando
y ocultando la verdad,
dado que de un principio,
y sin poder admitirlo,
supe que era tu nombre el que sin merecerlo
en las nubes no me ha dejado de atormentar.

Tú y yo no nos parecemos mi amor

Tu no conocías mas sentimiento puro que el orgullo
yo no deseaba otra cosa que tu piel.
Vos no pedías un amor de un verano,
yo sólo buscaba saciar mi sed.
Vos creabas tu novela,
yo escribía mis poemas pensando en otra mujer.
Vos asociabas ``hombre´´ con mi nombre
Yo ``mujer ´´ con las que encontraba por doquier.
Vos soñabas con un príncipe,
Yo me ahorraba el mal gusto de un cabaret.
Tu brindabas tu amor como servicio,
yo mi sexo sólo por placer.
Pero no pienses que no te quise,
pero no sueñes que no existió,
jamas esa palabra que te dije,
sólo que con mi diccionario,
jamás pude definir el,
``soy sólo tuyo, amor´´.

Una noche en el cielo

Mis sentidos extasiados
por un aroma seductor.
Mis ojos alentados por tus movimientos,
devoran tu figura,
con afán de poder rosar
esa suave piel que envuelve,
tan codiciado fruto prohibido.
Mis manos, incontrolables,
insaciables de una sed tan silenciosa
que sólo mi mirada puede transmitir.
Y allí estas, tan a mi alcance,
tan misteriosa, tan mía.
Las palabras yacen sobre un suelo moribundo,
el lenguaje es perfecto,
los cuerpos atraídos por una fuerza inigualable
caen y ruedan por un suelo acogedor.
El todo, se reduce a nosotros,
El placer invade nuestro ser,
Ya nada tiene sentido,
mas que el encuentro de este joven aprendiz,
y tu sabiduría de mujer.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Un principe y una princesa

Hace ya mucho tiempo, en un pueblo dentro de un pequeño reino alejado, vivía un príncipe.
Este a pesar de ser quien era, jamás lograba encontrar una mujer, que sea digna de su fidelidad, amor y entrega total.
Quizás no por carencias propias de esas mujeres que lo rodeaban, sino por algo tan sustancial y extraño, que sólo el buscaba y podía percibir. Que me sería sencillamente imposible de describir, ya que aún no encuentro palabra para describir, algo que va mas allá de la armonía entre lo físico y la química.
Cumplida cierta edad, el príncipe vio que la hora se convertirse en rey se le acercaba, y él aún no estaba listo, ya que le faltaba algo elemental, una reina.
Fue así que se le encomendó, viajar a un reino lejano, se comentaba que en este lugar las mujeres abundaban, y que hasta el más selectivo al cabo de una semana, encontraba el amor.
Animado por este deseo decidió montar su caballo, con lo justo y necesario para la travesía.
Día y noche lucho contra vientos fuertísimos, y tormentas donde el lugar de destino se volvía un escondidizo punto entre las gotas que con furia impactaban la tierra.
Finalmente un día, cuando el sol se digno a aparecer, y se alzo en la cima del cielo, llegó.
Hubiese sido digno de ver, los ojos del príncipe al observar el reino tal y como sus sueños lo profesaban.
Las montañas a lo lejos, con sus altos picos pintados con un delicado óleo blanco, el lago reflejando a semejanza, la hermosura que estas imponían.
Toda esa belleza que en sus ojos y su memoria se impregnaban, llevaban un subliminal mensaje, que a manera de susurro decía que si existía un lugar para encontrar el amor, era este.
Una vez instalado, con afán de concretar su objetivo, se dispuso a conocer hermosas jóvenes, con las que imaginaba una vida juntos, ya sea por la belleza que con cordial elegancia emanaban, o su personalidad que provocaba simpatía en él.
Pero aún encontrando ese atractivo, siempre llegaba a la conclusión de que no eran las indicadas para él.
Los días pasaron como una rápida brisa primaveral, y él seguía con esa sensación de vació que lo atormentaba por las noches en su hogar, tan solitario, tan desconsolado, aún rodeado de las mas hermosas jóvenes.
Ya pensando en su triste y patética retirada, fue cuando la conoció. Entre el resto, una aureola de Purísima y oro envolvía a una chica. Su hermosura, realmente exótica y cautivadora, dejó al aventurero príncipe estupefacto.
Sin dudarlo un instante corrió hacia ella, y se presentó. Con un cierto tono superado, disimulando el revuelo de emociones que se producía en su interior, coqueteo con la que él creía, en su inocencia, que sería su futura esposa.
A su lado, notó lo fácil que le había sido, abrir las puertas de su corazón con ella, y como no hacerlo cuando esos dos seres encajaban y se completaban a la perfección.
Y lo más gratificante, era que ella mostraba con el transcurso del tiempo, estar enamorándose de él.
La felicidad nunca había sido tan tangible, tan visible, tan real, como aquella noche cuando al darse la diez, en compañía de la confidente luna, hasta que el alba los sorprendió por la ventana, entonaron mil melodías de amor.
En pocos días, logró conocerla y enamorarse ciegamente. Y él sin pudor alguno, lo admitía y confirmaba gritándoselo a los cuatro vientos.
Pero las historias de príncipes y princesas no siempre concluyen con un ``vivieron felices por siempre ´´, al menos no en este cuento.
Dado que ella, al condensar cuanto lo quería, sintió como una interna puñalada, la obligación de confesarle un oscuro secreto que la abatía y lastimaba por dentro, haciendo insoportable el sentimiento de culpa.
Fue así que lo invito a sentarse y le contó, que ella a pesar de estos nuevos sentimientos que la rodeaban, no podía permanecer junto a él. Ya que antes, había jurado dar su mano a un mercader, de un pueblo en el que él reinaba.
Y a pesar de todo, sin dar demasiadas explicaciones acerca de los motivos, cumplió su palabra.
Enceguecido por el amor, el príncipe hizo oídos sordos a esta advertencia, y disfruto esa semana como jamás lo hizo en su vida, y su corazón conoció la diferencia entre latir y saltar.
Pero el final se hizo presente y con un dolor en el pecho, sedado por la esperanza, dijo adiós.
Al llegar a su pueblo, el príncipe buscó sin cesar a la fugitiva princesa, y así fue que lo hizo.
Ambos acordaron una despedida, ella para decir el último adiós y él para luchar por su amor.
Así fue que se encontraron a orillas del confidente océano, testigo de las lágrimas, que a escondidas estos amantes derramaba. Que por simple maldad del destino o sencillamente por lastimosa pero cierta realidad, fue que dijeron ``buena suerte, hasta nunca y nunca más ´´.
Así fue que ella envuelta en una confusión tan profunda como su propio ser, aún sigue sola sin dejar de estar acompañada.
Y el príncipe, se hizo uno con el confidente mar, y ahora reina solitario en su inmensidad.
Pero algunas noches aún envía su rencor y su dolor, en forma de olas, a la injusta orilla, dónde conoció el amor, y una tarde, el verdadero dolor del adiós.

Noches de ceda

El color del pecado
se apodaba tu pelo
Las curvas de la muerte
dibujaban tu cuerpo.
La ruta del peligro
era desde tu encuentro a tu cama.
El veneno, era un coctel
que lloraban tus poros.
Al dibujarse el amanecer,
se impregnaba en las sabanas
y dejaba agonizando
al que una noche le regalabas.
Noches de pasión,
de triviales y momentaneos placeres.
Que convertias en tan vitales,
que una vez probados,
en su carencia,
volvian al más cuerdo demente.
Y tan así fué,
que aún no he podido
sacarme tus huellas
y hacer honor al olvido.
Ojalá aquella noche hubiese advertido
que detras de aquel tentador vestido,
se encontraba en fin de mi camino.

Aún

Aún escribo cursilerias
Aún tengo esperanza
aun invento historias
aun siento que late
aunque te esmeraste en hacer
pedazos, todo lo que para mi era placer.

Aún te extraño en las noches
Aún imagino tu boca
aun tu cuerpo me habla
aun mi corazon te nombra
aunque confieso que el olvido es mas real
al hacerse dias las horas.

Aun no entiendo porque lo hiciste
aun no pretendo que vuelvas
aun no quiero tu lastima
aun no encuentro mi error
aunque reconozco que aveces
imagino que lo malo nunca haya pasado
y mi vida algo mejor.

Aunque nada fue eterno
Aunque quizas nunca me amaste
aunque mañana no exista
aunque la mentira fue el ayer
aunque el alma me duela
aunque el rencor me invada
aunque el orgullo lo niegue
aunque mi cuerpo sude su llanto
aunque mi boca te nombre al dormir
aunque mis sueños se refujien en mi inconciente
aunque mas de una vez me aguante,
de gritar cuanto me duele.
Aunque quizas, esto ya no te importe
La verdad es que te amo.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Miradas como puñales

La ambigua mirada que lansaste
desde tu altisimo altar
el cual demostraba cierto grado de superioridad
hacia los demas mediocres mortales
que sin el menor esfuerzo admirabamos tu sublime belleza.
Me dejo estupefacto, esos ojos, dando forma a una mirada
tan compleja, llena de mensajes que tardaria años en desifrar.
Mi cuerpo se paralizo ante la posibilidad de elevarme
a lo que tu llamabas suelo, y yo cielo.
Y ahi fue que cometi mi error
envuelto en un miedo tan humano como la maldad,
pose mis pensamientos en el inestable soporte de la desconfianza.
Quizas por mi falta de coraje, o autoestima,
pero antepuse la duda a la cegues.
Y luego comprendi, justo al ver tu espalda en tu retirada
Que esa noche fuiste mia.
Y hoy me retuerso con la idea, y el dolor
de extrañarte sin que jamás hayas escrito tu nombre en mi inventario.

Vanguardia

La simetria de sus dimensiones
la estupefacia innata del hombre al verla
paralisis sólo comparable con el ultimo adios
al pulir un cajon de madera que sirbira de hogar
anunciada parca se presenta
y contagia mi espirtud de inquietante curiosidad
envuelto en llamas o en nubes altisimas
esponjosas que rodean o queman mi ser.
aqui sigo mirando el mar esperando
el crepusculo de la vida.

Aquella

Allí se acerca con pelculiar elegancia,
paso a paso elevandose en su propio altar
milenario y sagrado que controla mi mundo.
Allí alcanza su cima, e ilumina caminos
que el sol desconoce,
Atormenta desamores, y crea vinculos.
Puente inmejorable del olvido a la memoria.
Perdicion exquisita, de pecados insalbables
aporta un anoche, y su adios, anuncia el mañana.

Clavos en el corazon

Un clavo no saca al otro dijiste
a lo que conteste con mi tipico
aire de ``ya la sabia´´:
``Eso no significa que no se clave arriba.´´
Escudandome con frases que arme,
para no dejarte demoler
lo que me quedaba de orgullo, mujer.
Es que hoy escape a probar otra vida
a cambiar mi persona.
A probar otros cortes, y cambiar guardaropas.
A cambiar de lugares y mi estilo.
A parecer tan idiota que no entiendo como es que así sigo.
A fingir que no importas, y viejos amores.
A hacer que miro adelante
ocultando el espejo
que sólo permite mirar como era y como me dejaste.
Es asi que me esmeré en probar mi teoria
escondiendome en otras bocas,
en volver a viejas causas perdidas.
Para así, no queden ni tu aroma en los recuerdos
de mi vida.
Y hoy con mil tropiesos en mi mochila
debo confesar que la razón tú la tenias
que si bien se clava arriba,
el clavo de abajo sigue estando
y el resto agravan la herida.

Deseo

El deseo, instintivo, orgulloso de si
un inoportuno timbrazo en madrugada
en pleno dia.
Un soplo, un empujon, un tropiezo
una caida.
Una alegria, un grito de ira.
El deseo, insasiable, humano.
Colonizador de mediocres sin clase.
Transformador por excelencia.
Enemigo inflitrado.
El deseo, inquietante, ambiguo,
tan propio, y asimilado como mi propia sangre, ya que por allí corre.

Gracias

Gracias a los amores que ya no estan
Gracias a las experimentadas en esa guerra
que gracias a su probocacion empezé a librar.
Gracias a esos labios que mas que un te quiero y falso
cariño, confesaban verdad.
Gracias a esas oportunas, que en el camino a la luz de la luna
se cruzaron para un recuerdo guardar.
Gracias por su sudor y su furia a la hora de las verdades
y gracias por demostrarme que de una niña a una mujer
solo esta el paso de desnudarse.
Lo que no agradezco
son los desamores
errantes mujeres que en su afan por una lagrima sacarme
lograron mas que eso, ya que por ellas doné mares
y un corazon maltratado que no sirbe ni para latir.
Y que hoy a la hora de partir
sólo empaca sus maletas y no da media vuelta ni para saludar,
ni para reir y con un aire superior, decir, estarás mejor sin mi.

Amor

Lo divertido de la seducción,
es la manera que dos cuerpos
juegan a las escondidas.
Probocando un fuego que envuelve
a su todo y no los deja escapar,
entre lujuria y placeres,
que poseen cierto afan de prohibido
se vuelven irresistibles, e inundan sus mentes
haciendo imposible a ese lejano olvido.
Lo hermoso del enamoramiento
es la capacidad de dar, y eliminar el yo
dando todo por esa persona a la que hoy regalaste tu amor.
Es mirar al cielo estrellado e imaginar su rostro sin pensarlo
Es observar la arena y solo ver sus iniciales implisitamente dibujadas.
Es ver tan lejano a los males que atormentaban tu vida
el adios, la soledad, el odio, la envidia, se vuelven tan ridiculos,
con la simple frase ``ella es mia´´.
La verdad del adios, es que es parte de este ciclo,
es un aprendisaje doloroso, que te ayuda admitir
de que nada es para es para siempre.
Es un golpe casi letal de realidad, que abre tus ojos,
para que aprendas a disfrutar, todo lo anterior, porque algun dia
tarde o temprano, ella ya no va a estar.
Esto es amar,
seducir
enamorarse,
y olvidar.

Crepusculo

El crepusculo anunciaba
las notas de una triste melodia
que momento a momento,
mas desesperada se volvia.
y lagrimas arrebataba a la luna
que espectante las oia.
Una pareja que de lejos
resaltaba su incopatibilidad
Él riendo para no llorar,
ella acobardando para no enfrentar.
El mar se hizo un fiel confidente
el sol, un temido mañana.
El futuro y el destino gemelos que atormentaban
y dejaban en desamparo a los fracasados,
en el arriesgado arte de contar de a dos.
Que sin mas palabras,en silencio contemplaban
como los segundos hacian minutos
y como su corazón asimilaba la derrota
frente al inminente final que estaba.
¡Que prematuro adios!,
y que tragico final
cada uno por su lado,
sin saber como encajar.
Mal o bien de la pareja se hace una rutina.
Y del amor un estilo de vida.
Rompiendo con esto,
y sin un manual sepa ayudar.
Se vuelve dificil, matar a la costumbre,
y nuevamente en la sola compañia de uno mismo,
volver a arrancar.
Pero de ese ``nosotros´´sólo quedó su ecsencia,
y sus huellas,que jamás podrán arrebatarse del lugar,
en el que un día conocieron el amor,
y una tarde el desconsuelo
del ``adios, hasta nunca y nunca más.´´