Camas vacias

Este blog soy yo...
Es dificil hablar de uno, más cuando se supone que todo lo que diga acá, va a ser la tarjeta de presentación de la gente que desconozca de mi y se vea invadida por curiosidad.
Sería facil hacer una apología de mí, decir todas las virtudes que quizas me han marcado las otras personas, pero eso sería una vición parcial de mí, y por ende, media mentira.
Asique voy a tratar de resumir lo mas objetivo posible, con virtudes y defectos quien soy.
Imposible comenzar una descripción de mi mejor, que diciendo que soy humano, es decir una persona que es más de lo que se ve, quizas menos de lo que se piensa y jamás lo que se sueña.
Cometo errores, trato de mejorar, siempre trato de ser una mejor persona.
Quizas quiera mostrar un iñaki que no es el verdadero, pero es el que quiero mostrar y punto, y sólo los que se atreven a buscar mas allá de la mascara descubrirán quien soy, alguien que ni yo prodria definir precisamente.

Soy alguien que cree en la viejo y abandonado arte del romantisismo, en la clasica y olvidada cursileria.
Soy alguien que no tiene miedo a imaginar un mundo mejor, no teme a hacer lo posible para crear esa utopía cuando sea necesario.
Soy alguien que aún conserva las esperanzas de un futuro mejor.
Que aún cree en las personas, todavia creo que atras de la maldad se encuentra una buena persona en el fondo de cada corazon.
Esto pareciera decir que soy un optimista y no, trato de ser realista, y no caer en lo que me muestan los medios.
El mundo no puede estar tan podrido, las personas con regaderas en el mar, algun dia podran endulzar aunque sea un poco los océanos.
Por eso pienso luchar, por que todo sea un lugar mejor, cometiendo mis errores, porque si bien quiero el bien, no soy un superheroe soy un humano más, pero con las ideas, qizas un poco mas claras.

martes, 24 de noviembre de 2009

Mañana un temor que me arrebata

Es tan facil aconsejar,

cuando no es uno,

el que a su vida

un rumbo debe dar.

Sencillo suele ser

hablar de la importancia.

Usar esa metáfora

que hable de un tren

que una vez que arranca

nunca más va a volver.

Uno siempre obsesionado,

buscando la buena vida,

en ausencia de una guía

que dirija los pasos,

a un puerto que desde siempre

utópico hemos soñado.

Y llegué a este momento

en que ante un hall

lleno de puertas

me encuentro.

Cada uno con un laberinto

y un par de zapatos,

con los cuales transitar

caminos distintos.

Hoy me toca decidir,

enfrentar y borrar de mi diccionario

al verbo ``arrepentir ´´.

No mirar atrás,

es el primer paso para comenzar a madurar.

Y así, sea cual sea el destino,

en mi vivir haya entendido

que lo que importa es el camino

y es eso lo que nos llevamos,

al otro mundo cuando morimos.

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