Aquel desierto poblado de edificios y animales
aquel cielo despojado de angeles y un Dios.
Y esta lapida anunciando el reposo de mi fé.
Paisaje del cuadro que en mis ojos cargo.
Por optar por este camino equibocado.
Que por terquedad nunca cambie.
Tenues las luces que iluminan,
cada centimetro que recorro en mi vida.
Oscuro algunos recuerdos y personas
que con sangrientas puñaladas
dejaron a mi corazon en una eterna derrota.
Por este callejón transito mis días
esperando algo nuevo,
que me cambie
y elimine esta feroz monotonía.
En la que se ha convertido el sentido de mi vida.
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