Baldosa a baldosa
construimos caminos,
imaginarios, divinos
en los cuales soñamos caminar
sin miedo al ``que vendrá ´´.
Protegidos por la fe
que a merced del proyecto está..
Día y noche aventuramos
enfrentamos las corrientes,
los vientos y a la gente.
A veces se desdibuja el contorno
y nos vamos de la guía sólo un poco
aunque cerrando los ojos,
enseguida retomamos
tal como soñamos el sendero imaginario.
Nada duele como cuando,
las manos de un desgraciado,
mediocre y sin futuro
mancha con sus dedos
de infortunio,
los ladrillos
que el sudor, el cansancio
y mi sufrir, transformaron
en un sendero para vivir.
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